El Ayuntamiento acometerá una reordenación del tráfico en el entorno de San Esteban para mejorar la seguridad, aumentar la protección del puente del Soto y facilitar el tránsito de los autobuses urbanos y metropolitanos
El Ayuntamiento de Salamanca acometerá una reordenación del tráfico en el entorno del convento de San Esteban para incrementar la seguridad de peatones y conductores, facilitar el tránsito tanto de autobuses urbanos y metropolitanos y aumentar la protección del puente del Soto. Así lo han anunciado hoy el concejal de Tráfico y Transportes, Ángel Molina, y el de Fomento, Fernando Carabias, en una rueda de prensa.
Las obras de mejora de la zona peatonal obligaron a que las líneas 1, 3, 4, 8 y 9 del autobús urbano y algunos metropolitanos realizaran su recorrido por la Gran Vía y accedieran a la calle San Pablo haciendo un complicado giro en Juan de la Fuente que implica que se invada parciamente la acera a la altura de la Torre de los Anaya. Otra zona delicada a la que le da una solución con esta reordenación bajando la intensidad del tráfico es el puente del Soto de la calle Arroyo de Santo Domingo, un bien patrimonial del siglo XVI y en el que algunos peatones incumplían la prohibición de pasar por debajo.
Para solucionar estas cuestiones se han tomado las siguientes medidas:
Inversión del tráfico en la calle Arroyo de Santo Domingo
Las líneas 1, 3, 4, 8 y 9 del autobús urbano y los buses metropolitano que llegan a la glorieta de Concilio de Trento desde Gran Vía ya no tendrán que girar a la derecha hacia Juan de la Fuente y evitarán la compleja maniobra a la altura de la Torre de los Anaya.
Con esta reordenación, tomarán la calle Arroyo de Santo Domingo, que invierte el sentido del tráfico para desembocar en Rector Esperabé y continuar con su recorrido habitual. El primer tramo de Arroyo de Santo Domingo correspondiente al puente del Soto será exclusivamente usado por los autobuses urbanos y metropolitanos. El resto de vehículos únicamente podrán seguirse incorporando a San Pablo por Juan de la Fuente, ya que su giro en la Torre de los Anaya no implica la invasión de la acera. Todo ello hace que desde Rector Esperabé y Reyes de España ya no se podrá acceder a San Pablo.
Inversión del tráfico en las calles Rosario y Marquesa de Almarza
Otro cambio importante que trae consigo esta reordenación está en la calle Rosario que también invierte el sentido del tráfico para convertirse en un acceso a la Gran Vía desde el paseo de Canalejas. Los autobuses urbanos y metropolitanos, en lugar de entrar por Arroyo de Santo Domingo, lo harán por la calle Rosario en un giro a la izquierda desde Canalejas que estará únicamente permitido para estos servicios públicos.
Se habilitará un tercer carril para hacer un giro que se regulará mediante un semáforo dotado con un sensor que únicamente se pondrá en verde cuando llegue un autobús, lo que incrementará notablemente la fluidez en el paseo de Canalejas.
La tercera y última calle que invierte el sentido del tráfico es Marquesa de Almarza que se convertirá en vía de entrada desde la Gran Vía.
Consecuencias de la reordenación
Tal y como ha señalado el concejal de Tráfico y Transportes, Ángel Molina, esta reordenación tendrá dos consecuencias. La primera, el incremento del tráfico en el paseo de Canalejas. Un hándicap que se paliará al mejorarse notablemente la fluidez del tránsito por el mayor tiempo que estarán los semáforos en verde gracias a la inversión de la calle Rosario.
Y la segunda, que los autobuses urbanos ven incrementado su recorrido en 470 metros para las líneas en sentido norte. Esa pérdida de tiempo se ganará en la Gran Vía, donde se reducirá de forma significativa la circulación.
Esa bajada del flujo del tráfico en Gran Vía también permitirá habilitar el giro a la izquierda desde la cuesta de Sancti-Spíritus mediante regulación semafórica, algo que actualmente está prohibido.
“Se trata de una reordenación muy estudiada y calculada. Los cortes que se han producido en las calles Arroyo de Santo Domingo y Rosario a causa de diferentes obras en los últimos años han servido de banco de pruebas para ver cuál es el comportamiento del tráfico y si esta reordenación era viable”, ha señalado Molina, al tiempo que ha pedido paciencia a los ciudadanos para adaptarse a estos cambios que resultarán “muy beneficiosos para conductores, peatones, y usuarios del bus”.
Actuaciones en el entorno del Puente del Soto
El concejal de Fomento, Fernando Carabias, ha detallado las actuaciones de obra civil que habrá que realizar para permitir el giro de los autobuses urbanos y metropolitanos en la calle Arroyo de Santo Domingo desde la Gran Vía y reducir el riesgo de atropello bajo el puente del Soto.
En concreto se van a realizar cuatro actuaciones. La primera, para retranquear el bordillo de la isleta que hay en la glorieta de Concilio de Trento frente al convento de las Dueñas. De esta manera, los autobuses podrán acceder sin problemas a la calle Arroyo de Santo Domingo. Al mismo tiempo se ampliará esa isleta hacia la acera para impedir el paso de los peatones bajo el puente del Soto.
La segunda actuación consiste en eliminar el tramo de acera que hay desde el paso de peatones de la calle Rosario y que lleva a engaño a muchos peatones que piensan que pueden pasar debajo del puente. Este espacio se incorporará a la zona ajardinada ya existente.
La tercera implica la eliminación del saliente del bordillo que hay debajo del puente del Soto y el vallado de la zona ajardinada para que nadie la pueda invadirla para pasar por ahí.
Y por último se ampliará el espacio de giro desde la calle Buenaventura hasta la calle Arroyo de Santo Domingo.
Tal y como ha señalado Carabias, estas actuaciones también buscan incrementar la protección de un bien patrimonial como es el puente del Soto por el que únicamente circularán a partir de ahora los autobuses urbanos y metropolitanos.