Intervención del alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, en la ofrenda a la Virgen de la Vega 2025
Querida Virgen de la Vega, patrona de Salamanca.
Es un honor representar a los salmantinos en la ofrenda de esta festividad tan especial para nosotros, que somos charros muy orgullosos de nuestras raíces, de nuestra ciudad y de lo que ésta representa en España y en el mundo.
Nos sentimos muy unidos a ti, Señora, como ayer te demostramos colmándote de flores a las puertas de esta bella Catedral.
Esperamos que también te sientas muy dichosa por el esfuerzo, la entrega y el cariño que los salmantinos estamos dedicando a hacer de Salamanca una ciudad cada día más bonita y atractiva para vivir, y a construir una sociedad muy solidaria y reivindicativa.
Somos castellanos y leoneses y por nuestro carácter, no somos de mucho pregonar, sino de trabajar muy duro y sin alharacas.
Te ofrecemos este gran esfuerzo colectivo, sobrio, eficaz y honesto. La honestidad es especialmente exigible a quienes nos dedicamos a la cosa pública. Se espera de nosotros que seamos ejemplares y honestos en lo que decimos y en lo que hacemos, y que tengamos un comportamiento intachable para cumplir con nuestras responsabilidades. Te pedimos que nos ayudes a estar a la altura de tales exigencias.
De esfuerzo colectivo y eficaz, poniendo incluso en peligro su propia vida, hemos tenido ejemplos muy notorios este verano con ocasión de los trabajos de extinción de incendios que han asolado nuestras tierras.
Queremos dar las gracias a todas las personas que han participado en esas labores, sea en el trabajo de campo o en su dirección, y rezar por quienes fallecieron o resultaron heridos.
A todos ellos te encomendamos. Y nos satisface comprobar que las personas que han sufrido daños obtienen una pronta reparación de los mismos.
Como hermanos que somos, estamos obligados al perdón, pero las personas que encendieron la yesca y nos pusieron en peligro merecen, Señora, un duro castigo. Actos tan viles no pueden quedar impunes.
Si por algo nos caracterizamos los salmantinos es por luchar para construir espacios de paz y de libertad, una tarea que requiere moderación, talante conciliador y mucho diálogo. También buena voluntad. Y anteponer los intereses generales a los propios.
No permitas que triunfen los que quieren dividirnos y enfrentarnos, los que quieren pescar en río revuelto, los que no tienen otra cosa que ofrecernos sino miseria moral y material e incluso matanzas.
La vida tiene que estar hecha para las personas de bien, para las que se dedican a tender la mano a las demás y a sacar adelante a sus familias, y no para los tiranos ni para los populistas que solo desean satisfacer su ego y su avaricia.
Gracias al trabajo de todos hemos conseguido grandes conquistas sociales: en la atención a las personas y familias más necesitadas, en los derechos de las personas con discapacidad, en la promoción de los derechos de la mujer o en la integración de la población inmigrante, las personas que vienen con el deseo de prosperar y de compartir su futuro con nosotros están contribuyendo al desarrollo económico de nuestra ciudad y de nuestro país. Seguiremos trabajando, Señora, para consolidar estos avances.
Te ofrezco, Virgen de la Vega, el buen momento que vive tu ciudad gracias a una nueva industrialización que está generando oportunidades de crecimiento y de empleo, especialmente para nuestros jóvenes talentos.
Siempre nos lamentábamos de que se tuvieran que marchar en busca de mejores perspectivas laborales. Ahora esa tendencia se está revertiendo.
La investigación, la innovación y la tecnología forman parte de nuestra vida cotidiana gracias a las universidades y centros de investigación. Pero también de empresas capitaneadas, en su mayoría, por jóvenes emprendedores que han optado por echar raíces en su tierra.
Jóvenes como la pregonera de tus Ferias y Fiestas, Sara Cuadrado-Castaño, que te voy a presentar.
Sara es salmantina de pura cepa, se formó en nuestra Universidad ocho veces centenaria, se marchó a Nueva York para trabajar en el prestigioso hospital Monte Sinaí y ahora ha regresado para hacer realidad su sueño en la ciudad que la vio nacer.
Pionera en el uso de virus para erradicar tumores, sus investigaciones están sirviendo para albergar grandes esperanzas a los pacientes de cáncer, esa enfermedad cruel que sigue cobrándose cada año la vida de miles de personas.
Sara Cuadrado-Castaño es un ejemplo de que la inversión en ciencia es inversión en calidad de vida. Porque tarde o temprano las investigaciones científicas dan el salto a nuestra sanidad pública, y nos permiten alcanzar grandes hitos como la medicina personalizada para atender a los enfermos de párkinson o la tecnología para que los niños con parálisis puedan dar sus primeros pasos.
Estamos muy ilusionados con esta nueva realidad de Salamanca y te pedimos que nos acompañes en este camino y que ilumines a nuestras jóvenes investigadoras e investigadores para que alcancen sus objetivos.
Tu Salamanca, querida Virgen de la Vega, tiene grandes proyectos entre manos y necesita tu ayuda. Un año más, Señora, te ofrezco este esfuerzo compartido y te pido que el espíritu de concordia y entendimiento presida esta apasionante tarea.
También te pido que los salmantinos vivamos nuestras Ferias y Fiestas con diversión y alegría, y que las disfrutemos en un clima de respeto y tolerancia. Y con buen tiempo, no se me olvida. Y te pedimos lo mejor para el señor obispo y toda su Diócesis.
Querida Virgen de la Vega, bendice a tu pueblo, bendice a tu ciudad.